Si usted amigo lector ha recorrido las líneas de "El mundo es ancho y ajeno" posiblemente le será más sencillo entender el porqué de este título: "Chancho y sajino", sin embargo, es muy probable que no lo haya leído completamente.
Rosendo Maqui es el alcalde de la comunidad de Rumi, hombre de bien, respetado por su comunidad, vive de ejemplares principios que alimentan sus decisiones y devoto creyente de las divinidades. Debe luchar contra la codicia y corrupción de hombres poderosos, una guerra que cree posible ganar porque eso es lo justo.
Si usted aún no ha leído la obra completa le sugiero lo haga lo antes posible, el relato muestra la realidad de la vida diaria en temas familiares, amicales y sociales, la vida no es justa, tampoco es injusta, la vida no tiene vocación ni inclinación a lo correcto o incorrecto.
Finalmente la Ley se hace respetar, no importa la honradez ni lo justo (no es o mismo justicia que Ley), la Ley dice que la comunidad debe irse, las personas deben irse, y varios de ellos se van a buscar un mejor futuro en otras tierras, total el mundo es grande, es ancho, es inmenso, marchan solo para descubrir lo dura que es la vida fuera de su comunidad... el hombre de corazón íntegro, Rosendo Maqui, es encarcelado por ladrón y otros cargos, lugar en donde miserablemente pierde su último latido.
La vida no es como los cuentos de Disney, los finales felices no suelen ser finales ni tan felices, no es que sea fatalista, pero es la realidad, nos lavan la cabeza con ideas del karma, que el mundo da vueltas y que todo se paga en esta vida, bueno y malo, pero son solo mitos. A veces sucede, mayormente no sucede, pero casi siempre ocurre de la peor forma.
Un nuevo líder con experiencia y algo de educación trae un nuevo espíritu y esta vez se rebelan ante la amenaza de ser lanzados de las nuevas tierras adquiridas tras perder su amada Rumi, pero la Ley se impone, no importa si es o no justa, inicia la batalla y hay que huir... "¿a dónde? ¿a dónde?", hay tantos lugares a donde ir, el mundo es ancho, si, es ancho, pero siempre es ajeno...
Ancho y ajeno, grande si, pero sin importar a donde vaya ya tiene alguien que lo considera suyo, ya tiene dueño, es ajeno y eso lo respalda la Ley, no importa si es justo o no, ancho y ajeno, apesta, chancho y sajino diría yo.
La vida no da vueltas, el ser "bueno" o "malo" no determina como va a ser nuestra vida futura, hay de todo, la vida apesta, la Ley muchas veces también ha estado impregnada de ese color, apesta, así suele pasar con la política, con las iglesias, con la familia, con la ciencia, con todo el mundo... el mundo es chancho y sajino...
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